Interviews 01

—Oye Javi, ¿y si intercambiamos cuerpos? —me dijo mi hermana Yanira.

Ella era un genio, a sus 15 años ya había creado muchos inventos, algunos de ellos los había comercializado, otros los había compartido con el gobierno, pero los más exclusivos y raros los había guardado para su uso personal exclusivo, y bueno, también los compartía conmigo ya que nos llevábamos bastante bien a pesar de que yo era tres años mayor que ella.

—¿De qué estás hablando —dije desorientado por la pregunta—, ¿vas a decir que ya creaste una máquina capaz de hacer eso?
—La verdad es que no, pero en el último estudio que realicé del cerebro humano creo haber encontrado donde se aloja algo similar al alma.
—Pensé que como científica que eres no creías en conceptos espirituales.
—Los científicos no creemos en algo hasta comprobarlo y como te digo estoy a punto de comprobar la existencia del alma, en caso de lograrlo ya solo faltaría encontrar el método para extraerla y podría realizar un intercambio de cuerpos.
—Suenas muy emocionada.
—¡Claro!, sabes que me emociono cada vez que estoy a punto de realizar un descubrimiento tan grande. Por cierto, no respondiste mi pregunta.
—Oh, lo de intercambiar cuerpos, está bien, la verdad es que ya me dio curiosidad.
Ante mi respuesta mi hermana sonrió satisfecha y se retiró de donde nos encontrábamos con claras intenciones de empezar con su proyecto.
Al siguiente día me acerqué a mi hermana para preguntarle que tal iba con su proyecto.
—Hola Yavi —dijo un poco nerviosa al verme.
—¿Por qué me dices Yavi?, suenas como Kevin, el amigo de nuestro hermano menor.
—Jeje, lo siento Javi.
—No importa, mejor cuéntame, ¿Cómo vas con aquel proyecto?
—Pues ya está terminado, ¡te animo a probarlo con quien tu quieras!
—¿En serio ya está?,—le dije completamente incrédulo—, bueno, si es así intercambiemos entre nosotros, fue lo que me propusiste.
Si la maquina era real y estaba recién armada significaba que yo iba a ser el conejillo de indias por lo que definitivamente no iba a dejar a mi hermana escaparse, ya saben lo que dicen, quien lo cocina que se lo coma.
—No puedo, la máquina es muy compleja y solo yo se manejarla, no podría estar dentro de la capsula de intercambio y encenderla a la vez. A menos claro, que quieras que le cuente a Gerardito como usarla y el nos intercambia ja, ja, no se si confías en él.
Gerardito era precisamente el hermano menor que mencioné hace unos momentos, un bebé de cuatro años que ni siquiera sabía cómo cambiarse solo el pañal.
—Tienes un buen punto, está bien, elegiré a alguien más con quien intercambiar, pero hey, ¿crees que alguien aceptaría intercambiar así conmigo por las buenas?
Alguien que había estado escuchando nuestra conversación irrumpió de repente, se trataba de mi mamá.

—Pues a mi me llama la atención —dijo con clara malicia—, sería interesante poder afirmar que fui una de las primeras personas en intercambiar de cuerpo de la historia.
—Si, si —dije sin motivación alguna—, suena genial poder llevar ese título, pero no me llama mucho la atención intercambiar de cuerpos con mi madre, ¡ya se!, úsala primera tú con otra persona por ahí, así podrás jactarte todo lo que quieras de haber sido la premisa y ya luego la uso yo con alguien más.
—No sabía que mi hijo era tan cobarde —dijo mi mamá con tono de burla—, pero atenderé a tu propuesta, buscaré a alguien más.
—En ese caso yo te aviso cuando ya haya mamá utilizado la máquina —me dijo Yanira—, mientras tanto puedes ir buscando con quién intercambiaras. Solo te aconsejarme que intentes hacer el intercambio más drástico posible ya que así será más divertido ja, ja.
—¿Más drástico posible?, suena tentador, en fin, ya lo pensaré bien.
Salí de la habitación sin evitar notar la expresión de emoción en el rostro de mamá y de mi hermana.
Una vez en mi habitación fui a mi computadora, abrí una ventana con el navegador de internet donde me puse a conversar con algunos amigos y por otro lado tenía abierto un juego de peleas que me había viciado bastante últimamente. Cambiando entre ventana y ventana llegó el punto en que me aburri y otra idea se pasó por mí cabeza.
Me levanté para asegurarme de que la puerta de mi cuarto estuviera bien cerrada, conecté bien los audífonos y procedí a ver cositas interesantes por el internet.
Ver p0#no para mí se había vuelto menos recurrente en los últimos años, pero una miradita de vez en cuando me era casi imposible de evitar. Mientras estaba en aquello me quedé admirando por unos segundos lo diferente que era el cuerpo de la chica del vídeo al del chico, luego bajé la mirada hacia mi propio cuerpo y me pregunté lo raro que debía ser tener una perspectiva diferente de aquello que había tenido toda mi vida.
—Un cambio drástico, ¿eh? —dije para mí mismo—, puede que mi hermana tenga razón y eso sea lo mejor. Creo tener al candidato perfecto, solo espero que acepte mi propuesta.
Escribí a aquella persona y luego me fui a cenar.
Al día siguiente poco antes de llegar el mediodía mi hermana me contactó, aquello me pareció extraño ya que se suponía que a aquella hora ella aún se encontraba en la escuela, aunque supuse que con la impaciencia que tenía mi mamá por intercambiar debía haberle dado permiso de faltar para realizar el cambio cuanto antes. En verdad a veces podía llegar a actuar así de infantil.
Por otro lado, la persona candidata a intercambiar conmigo ya me había contestado los mensajes, la conversación había sido la siguiente:

Se trataba de mi novia Corina. Ahora solo era cuestión de estar todos reunidos.
Llegaron las dos de la tarde cuando mi novia apareció frente a mi casa.
Hola amor, aquí vengo como te prometí —me dijo desde el otro lado de la puerta.
—¡Pasa! —le dijo haciendo un gesto amable—, mi hermana ya tiene todo listo. Un momento, ¿qué hacen ellos aquí?
Agarrada de su mano venía su hermanita y más atrás podía observarse a su padre subido en un auto.
—Pues creo que es obvio —respondió Cory—, papá está ahí porque él nos vino a dejar, sabes que me tienden a doler los pies al andar mucho en tacones.
—Eso lo entiendo, pero ¿qué hay de tu hermana Iveth?
—Creo que eso también es obvio —respondió Cory con una sonrisa maliciosa—, dijiste que querías un cuerpo para intercambiar, ¡pues aquí lo tienes!
La niña me volteó a ver triunfante claramente entusiasmada con la idea del intercambio.
—Te dije que no te fueras a arrepentir a la hora de la verdad —me dijo Cory con una seriedad un tanto fingida—, así que vamos a hacer esto.
Bueno, lo de cambio drástico si que se iba a cumplir, con aquella idea en mente no quise renegar, de hecho, me llamó la atención la idea.
Pasamos hasta el cuarto donde estaba la máquina, mi hermana yacía ahí con la clara intención de operarla, aunque por alguna extraña razón no llevaba puesto su atuendo de siempre, sino que andaba vestida de la siguiente manera:
—Pasen a la máquina —nos dijo sonriente—, una vez posicionados la máquina será encedida.
Hicimos como nos pidió.

    
Antes de poder siquiera preguntar sobre esa peculiaridad encendió la máquina, no podía moverme, de hecho, según los segundos pasaban era como si perdiera por completo el control de mi cuerpo y la perseccion de mis sentidos.
Después de aquel horrible sentimiento vino a mi una sensación completamente opuesta, la de como mis sentidos volvían, como recuperaba mi visión de la sala, como su olor llegaba a mi nariz y el aire entraba a mis pulmones, una sensación que me dio tranquilidad. Lo raro fue que algunas sensaciones no coincidían a como me sentía antes.
—Bienvenida al club hermanita de la novia del hermano de mi amigo —me dijo el niño de atuendo científico.
—Y también bienvenido tú hermano mayor —dijo Yanira en dirección al cuerpo que me había pertenecido hasta hace unos segundos.
—¿Qué cosas dicen? —les dije desconcertado—, un momento, ¿por qué mi voz suena tan infantil?
—Es como suena la voz de una niña —me dijo el niño quien por cierto pude notar que se trataba de Kevin, el amigo de mi hermanito—, ¿cómo esperabas que sonara si eres una niña?
—Ya luego hablan de eso —dijo Cory entrando en la máquina—, ahorita mejor prosigamos a lo que vine.
—Cierto —respondió el niño que supuestamente era Kevin—, posicionen se ambos y pondré a trabajar mi máquina.
En la otra cápsula un señor de cuarenta y tantos entró en la cápsula, con su barba a medio rasurar, su gran bigote y que seguramente tenía mucho más bello a lo largo del cuerpo y una pequeña barriga, era el papá de mi novia.
—¿Qué...? —intenté decir.
—Vamos —me dijo mamá quien había salido de la nada—, ya luego podrás jugar con tu hermana, de momento ven a jugar con Gerardito que está algo inquieto, ya ves que Kevin quien suele entretenerlo está ocupado.
La fuerza que tenía era muy superior a la mía por lo que pensé que podría lastimarme si le forcejeaba así que decidí mejor seguirla.
Me llevó hasta el cuarto del patio donde estaba mi hermanito, o bueno, el hermanito del novio de mi hermana, de verdad que aquello de señalar el parentesco con alguien estaba medio confuso. Bueno, Gerardito pues.
Lo raro es que iba vestido con una blusa y una falda similares a las que mi madre solía ponerse.
—Aquí te traigo una amiga Gerardito —le dijo mi mamá con una sonrisa triunfante.
—Pero yo no quiero jugar con una niña —dijo Gerardo refunfuñando—, quería jugar con otro niño como yo, quería jugar con Kevin.
—Jugarás con Kevin otro rato, sino quieres jugar con Ivethsita entonces al menos ayúdame a usar el transformatón de ropa, no es justo ser la única que no pueda usar ropa con la que se sienta más cómoda.
—Ya te lo dije MAMÁ —le respondió Gerardito haciendo un gran énfasis—, el transformatón de ropa está recargándose y tienes que ser paciente, eres una adulta, ya lo sabes.
—Si, soy una adulta —dijo mamá con un tono de decepción, aunque luego una sonrisa se formó en su rostro—, ¡una adulta que manda en esta casa!, solo quiero dejar claro que Ivethsita, Cory y su papá deberán tener paciencia para usar en transformatón con su ropa ya que la mía debe ser la siguiente.
—Si mamá —le respondió Gerardito como un niño obediente—, te haremos caso.
Claramente más cosas estaban pasando de las que me imaginaba y pronto vería más cosas aún...

....

Hola, aquí está de nuevo esta historia con algunos retoques, bueno, la verdad es que varios je, je. Esta es solo la primera parte, tengo varias ideas de lo que irá ocurriendo.
Las imágenes por cierto son generadas por ia, pero también retocadas por mí. Algunas son de hecho montajes medianamente trabajados que luego hice que quedaran como imágenes limpias usando IA, al menos a mi me gusta el resultado, no se que opinarán ustedes.
 Nos veremos en la próxima publicación.

Comentarios

  1. Me gusto como va la historia, tremendo troleo al prota!!

    Ahora es una niñata xd

    Y por lo que veo an pasado más cosas fuera de cámara Xd

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    1. Creo que hoy mismo la continuo, también la estoy publicando en inglés en Pixiv

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