Perdiendo la experiencia.

 

A Sasha no le entusiasmó en lo más mínimo cuando su papá, Michael, le contó acerca de su "sorpresa" de clases de ballet. Michael hizo lo posible por convencer a su hija de todos los beneficios, como la forma física, la gracia y la flexibilidad, pero Sasha no quería tener nada que ver con ello. Le dijo a su padre que si realmente creía que las clases eran tan beneficiosas, entonces él debería asistir a las clases él mismo. En la mañana de la primera lección, eso fue exactamente lo que hizo, razonando que no tenía elección: primero, porque ya había pagado por las clases, y segundo, porque se despertó en el cuerpo de Sasha, gracias a los anillos de inversión que ella había comprado el día anterior y que utilizó mientras él dormía.

A medida que avanzaba la clase y las endorfinas inundaban su mente, dejó de importarle que su hija se estuviera perdiendo aquella experiencia. Ya había decidido que se inscribiría en una clase para adultos si él y Sasha alguna vez volvían a intercambiar cuerpos. Sin embargo, el volver a intercambiar ya no era tan urgente con cada momento que pasaba...