Es mejor en todo sentido

Ser una niña es divertido. Puedo usar faldas, vestidos y a todos les parece normal, porque claro soy una niña.

No tener un pipi ni huevitos es genial, el otro día me golpeé jugando a la pelota y dolió mucho, pero sin nada ahí los golpes no duelen casi nada. Además de otras ventajas...


Mis padres nunca me quisieron contar la diferencia entre un niño y una niña, al preguntarles cambiaban siempre de tema, ¡pero lo descubrí en carne propia! Si la única diferencia fuera la que está entre las piernas no veo porque no quedarme así.

Ya terminé de ponerme el leotardo, ¡tara!

Siendo una niña puedo hacer esto:

Claro, esta flexibilidad no es por ser niña, pero si la comodidad entre mis piernas al hacerlo, sin nada que estorbe. La ropa que llevo también ayuda, al estar tan ajustada de ahí no se me mueve y es muy cómoda.

A mi hermana menor le gusta verme disfrutar de ser niña, tanto que creo que podría convencerla de cambiar roles, después de todo si me quedo en su cuerpo de niña de seis años ya no podría ser yo el hermano mayor, ese rol sería para ella con mi cuerpo de niño de ocho años.

Pero antes de siquiera insinuar mis intenciones debo pensarmelo, ya que me encanta el fútbol y a mi papá no le gusta que las niñas jueguen, afirma que es un deporte de hombre y pone de ejemplo lo malas que son las ligas femeninas, sin buenas jugadas y demás.

Yo la verdad no veo que tiene que ver, pero tratar con mi papá no es fácil porque es muy enojado, ufff, mi otra opción sería conformarme con el ballet, no se confundan, que me guste poder usar leotardos y haver splits no significa que me guste el ballet, me parece aburrido.

También las muñecas son aburridas, jugar con casitas y demás, ¡prefiero la adrenalina! Carros, figuras de acción y cosas por el estilo. Aunque bueno, siempre podría ir a mi cuarto actual a jugar con ellos, total, mi papá no está siempre en la casa y no se daría cuenta.

Debo tomar una decisión pronto, ya que una compañera del segundo grado me dijo que si nos sobraban dulces de los que usamos para intercambiar, que le diéramos un par para que pudiera intercambiar con su papá y ser quien manda. La cosa es que solo tenemos un par que planeabámos usar para volver y no se si volveremos a encontrar al vendedor ambulante que se subió al autobús a venderlos.

Bueno, lo más seguro es que se los termine dando a esa compañera, ¡o mejor dicho tendré que pedirle a mi hermanita que lo haga! Quiero decir, si cambiamos de roles será ella quien irá al segundo grado y la verá, ¡yo en cambio deberé asistir al preescolar!

Sea cual sea lo que decidamos hacer al final al vendedor lo seguiremos buscando ya que al contarles a otras compañeritas de seguro que más de alguna querrá al menos un par de dulces.



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Comentarios

  1. Me gustó mucho el concepto, habrá una segunda parte?? Donde consigan más dulces y cambien de cuerpo con los padres de sus amigas??

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    1. ¿Qué es lo que más te gustó?
      Bueno, la segunda parte depende de si me topo con las imágenes ideales, unas que me cuenten una historia solo con verlas que fue la que me pasó con estas.

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  2. Respuestas
    1. Que bueno que te haya gustado, ¿que fue lo que más te gustó?

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